“Meditar” en la Biblia[1]
En la Biblia hay dos verbos principales para la idea de “meditar” pero son bastante diferentes entre sí y a su vez lejanos del español. Hablaré del más abundante: הגה Hagáh.
Este verbo es bastante interesante y presenta inclusive todo un descubrimiento científico; se trata del ronroneo y sus implicaciones.
Ya he hablado antes de las imágenes concretas que ofrecen la Biblia y la lengua hebrea para delimitar el uso de las palabras. En este caso, el verbo Hagáh se refiere en un plano básico al ronroneo que producen los felinos, y que es además, la base del descubrimiento científico que mencioné; cito a la enciclopedia virtual Wikipedia[2]:
“Hasta hace poco se creía que sólo los gatos del género Felis podían ronronear.[3] Sin embargo, los gatos del género Panthera (tigre, león, jaguar y leopardo) también lo hacen, pero sólo cuando exhalan. Ejemplos de un guepardo y un serval ronroneando se pueden escuchar en las páginas de Robert Eklund”.
Sobre lo cual ya el profeta Isaías había hablado, cuando escribió (Is 31:4):
“Porque así se dirigió a mi YHWH: ‘Tal cual ronronea (yehguéh) el león y el jaguar junto a su presa, el cual, aunque llamen contra él la plenitud de los pastores no temerá el ruido, ni por su turba se moverá a responder, así descenderá YHWH Tzva’ot a reclutar contra el monte de Tziyón”.
Pero lo interesante aquí no es en sí el sonido de estos animales, sino la causa y las circunstancias por las que se producen; ¿Qué nos enseña este y otros textos con el mismo verbo? Nuevamente me remito a la Wikipedia:
“Este particular sonido indica confianza y bienestar con el entorno, con otros gatos o sus acompañantes humanos, y se produce cuando se sienten seguros y protegidos”.
Esta hermosa ilustración, nos permite entender lo que expresó el rey David cuando escribió (Sal 1:2)
“Sino que en la Toráh de YHWH está su deleite, y por su Toráh ronronea de día y de noche”
Y qué decir del Sal 63:7
“Si te recuerdo sobre mi lecho, en las vigilias ronroneo por ti”.
Así que estos textos muestran tal grado de complacencia seguridad y apego que se ha comparado con lo que estos animales expresan. Probablemente para el rey David, roncar de manera razonable, era un gran indicador de un buen sueño y por ende de una sensación de seguridad, como está en el salmo 4:8
“En paz me acostaré y dormiré profundamente, porque solo tu YHWH me haces habitar seguramente”.
Como también lo dice el proverbio con respecto a otra área:
“El corazón del justificado ronronea en lugar de responder; en cambio la boca de los injustos derrama maldades”.
Es decir, que el grado de certeza sobre lo que piensa y de lo que está persuadido, es suficiente como para no dejarse involucrar en una discusión que definitivamente no tendría por qué sostener.
Así que cuando pensemos en meditar, recordemos a los gatos y revisemos qué tan complacidos con la compañía del Señor nuestro Dios.
Hasta aquí pues, esta primera parte del meditar, digo, ronronear Bíblico.
Shalom.
[1] Por Eric de Jesús Rodríguez Mendoza, siervo de Yehoshúa’ Hamashíaj (Jesucristo) vivo y verdadero, congregación Mesiánica Bnéy ‘El Jay.
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