Jag HaSukot
Apertura:
Sal. 18:11 (12, en el texto hebreo)
יב יָשֶׁת חֹשֶׁךְ סִתְרוֹ סְבִיבוֹתָיו סֻכָּתוֹ חֶשְׁכַת-מַיִם עָבֵי שְׁחָקִים
“Puso su secreto (como) obscuridad; (puso) su sukáh (tabernáculo) alrededor suyo (como) la obscuridad de (las) aguas, como nubes espesas de (los) cielos”.
En este salmo, David compara su experiencia con Dios con la que tuvo la nación a la salida de Mitzráyim (Egipto): Cómo Dios cubrió y protegió a la nación con la espesura de las grandes aguas del yam suf (mar rojo) y luego en el desierto, con la espesura de la ‘anan hakavod o nube de la gloria. Por eso el título dice también:
בְּיוֹם הִצִּיל-יְהוָה אוֹתוֹ מִכַּף כָּל-אֹיְבָיו וּמִיַּד שָׁאוּל
“El día que YHWH lo libró de mano de todos sus enemigos, y de la mano de Sha’ul” (por paralelismo: sus enemigos=Mar y Sha’ul=desierto)
Así mismo, nos conduce a considerar cómo la experiencia de la nación es semejante y/o proyectable a la experiencia individual de cada uno de nosotros con nuestro Dios; esta idea la retomaremos luego. Pero el salmo contiene además, uno de los atributos más recordados y notorios de Dios: El de “sentarse” en lo secreto. En hebreo el verbo sentarse (יֹשֵׁב, yoshev), adquiere fácilmente el matiz de habitar; por esto se puede entender como “asentarse.”
Veamos lo que nos dice el Sal 91:1:
א יֹשֵׁב בְּסֵתֶר עֶלְיוֹן, בְּצֵל שַׁדַּי יִתְלוֹנָן
“El altísimo se sienta (habita) en los secreto, en (la) luz inaccesible, Shaday tiene lugar”
Pero no solo eso, sino que ambos textos contiene además un nexo entre este atributo divino y nuestra festividad: la palabra סֻכָּתוֹ “su tabernáculo”. El salmo 81: 2-4 por su parte nos concluye:
ב הַרְנִינוּ, לֵאלֹהִים עוּזֵּנוּ; הָרִיעוּ, לֵאלֹהֵי יַעֲקֹב.
ג שְׂאוּ-זִמְרָה, וּתְנוּ-תֹף; כִּנּוֹר נָעִים עִם-נָבֶל.
ד תִּקְעוּ בַחֹדֶשׁ שׁוֹפָר; בַּכֵּסֶה, לְיוֹם חַגֵּנוּ
2) “Canten con júbilo a Dios nuestra fortaleza; suenen la teru’áh para el Dios de Ya’aqov;
3) eleven un cántico, den al pandero; (toquen) la lira dulce junto con el arpa;
4) Suenen una teqi’ah en la luna nueva con un shofar; en lo escondido para el día de nuestra fiesta.
Este pasaje nos acerca la festividad con este atributo de Dios: Él realmente se dispone a revelar aquello que permanece escondido (ַכֵּסֶה Késeh) en la fiesta de la cabaña (סֻכהּ Sukáh).
Nuestro Maestro Jesús el Mesías enseñó (Mt 6:6):
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en revelado (público)”.
Al mirar la Sukáh, vemos que ésta es una enramada sencilla y modesta construida con ramas de árboles frondosos y con una abertura en el techo por donde se contemplan los cielos, los cuales cuentan la gloria de Dios
(Sal. 19:1).
. ב הַשָּׁמַיִם מְסַפְּרִים כְּבוֹד-אֵל וּמַעֲשֵׂה יָדָיו מַגִּיד הָרָקִיעַ.
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento (por su parte), declara la obra de sus manos”.
La Sukáh se reviste con sábanas que apuntan a la nube que cubría a Israel por el desierto y que mencionamos arriba (ver: ‘anan hakavod)
Se esperaba que Dios llenara esta humilde habitación con su presencia al igual que sucedía con el tabernáculo de reunión.
Por esto tenemos los siguientes dos hermosos pasajes del nuevo pacto con relación a nuestro ser como tabernáculo de Dios: 2Cor 5:1ss
1 PORQUE sabemos, que si este nuestro tabernáculo se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. 2 Y por esto también gemimos, deseando ser sobrevestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3 Puesto que en verdad habremos sido hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos agravados; porque no quisiéramos ser desnudados; sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Mas el que nos hizo para esto mismo, es Dios; el cual nos ha dado la prenda del Espíritu.
Y 1Jn 3:1-3:
1 ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios,
y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él. 2 Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
3El que tiene esta esperanza en él, se purifica, así como él es puro.
Teniendo por cierto que esta purificación nos conducirá cada vez más a la modestia y la sencillez en todos los aspectos de la vida de modo que nos parezcamos a la Sukáh.
Ahora bien, vemos otros elementos de esta importante festividad que también tuvieron su proyección hacia nuestro señor Jesucristo:
Conocida también como la fiesta de la recolección de los frutos a la salida del año, (jag He’asif Ex. 34:23), era una de las tres fiestas de peregrinación (cf Dt 16:13) y de exclusiva celebración en Jerusalén.
(Los apóstoles utilizan la expresión ‘asif ó “recolección” cuando preguntan al Maestro en Mt. 24:3)
3 Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del ‘asif del mundo?
Lo cual encontramos nuevamente en el libro de apocalipsis 14:14-20
14 Y miré, y he aquí una nube blanca (=> “el altísimo habita en lo secreto”); y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del hombre, que tenía en su cabeza una corona de oro, y en su mano una hoz aguda. 15 Y otro ángel salió del templo, clamando en alta voz al que estaba sentado sobre la nube: “Mete tu hoz, y siega (realiza el ‘asif); porque la hora de segar te es venida, porque la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube echó su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada. 17 Y salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia (realiza el ‘asif) los racimos de la tierra; porque están maduras sus uvas. 19 Y el ángel echó su hoz aguda en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó la uva en el grande lagar de la ira de Dios.
20 Y el lagar fue hollado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos por mil seis cientos estadios
Con una duración de 7 días como tal, la celebración consiste en el cumplimiento de la mitzváh (orden) de construir una sukáh, esto es una cabaña modesta y sencilla con especies arbóreas denominadas en hebreo técnicamente como ‘arbá’ minim (Cuatro especies) y que según la tradición judía regular, son las siguientes: ‘etrog, (fruto cítrico), Lulav (tipo de palmera), ‘araváh (sauce de arroyo) y el Hadas (mirto, parecido al laurel). Esta celebración, al ser la última del calendario Bíblico, solía retenerse con un octavo día de celebración, llamado Shmini-‘atzéret, que viene de “(en el día)…octavo…, es retención”
(Lv. 23:33-36):
לג וַיְדַבֵּר יְהוָה אֶל-מֹשֶׁה לֵּאמֹר. לד דַּבֵּר אֶל-בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לֵאמֹר בַּחֲמִשָּׁה עָשָׂר יוֹם לַחֹדֶשׁ הַשְּׁבִיעִי הַזֶּה חַג הַסֻּכּוֹת שִׁבְעַת יָמִים לַיהוָה. לה בַּיּוֹם הָרִאשׁוֹן מִקְרָא-קֹדֶשׁ כָּל-מְלֶאכֶת עֲבֹדָה לֹא תַעֲשׂוּ. לו שִׁבְעַת יָמִים תַּקְרִיבוּ אִשֶּׁה לַיהוָה בַּיּוֹם הַשְּׁמִינִי מִקְרָא-קֹדֶשׁ יִהְיֶה לָכֶם וְהִקְרַבְתֶּם אִשֶּׁה לַיהוָה עֲצֶרֶת הִוא כָּל-מְלֶאכֶת עֲבֹדָה לֹא תַעֲשׂוּ.
33 Y habló YHWH a Moisés, diciendo: 34 Habla a los hijos de Israel diciendo: En décimo quinto día de este mes séptimo, (es) fiesta de Sukot (tabernáculos) para YHWH por siete días. 35 El primer día, llamado de santidad; ninguna labor de trabajo haréis. 36 Siete días acercaréis ‘Ishéh (ofrenda encendida) a YHWH; en el octavo día, tendréis llamado de santidad, y acercaréis ‘Ishéh (ofrenda encendida) a YHWH; es retención, ninguna labor de trabajo haréis.
Octavo-retención es pues el significado de Shminí-‘atzéret. Este día se conoce también con el nombre de Hoshá’na’ Rabá’ una expresión aramea que significa “El Gran (clamor de) Sálvanos”, que proviene de la lectura pública del sal 118:24ss:
זֶה-הַיּוֹם עָשָׂה יְהוָה נָגִילָה וְנִשְׂמְחָה בוֹ. כה אָנָּא יְהוָה הוֹשִׁיעָה נָּא אָנָּא יְהוָה הַצְלִיחָה נָּא. כו בָּרוּךְ הַבָּא בְּשֵׁם יְהוָה בֵּרַכְנוּכֶם מִבֵּית יְהוָה. כז אֵל יְהוָה וַיָּאֶר-לָנוּ אִסְרוּ-חַג בַּעֲבֹתִים עַד קַרְנוֹת הַמִּזְבֵּחַ. כח
“Este día, YHWH creó; nos gozaremos y nos alegraremos en él (25) Por favor YHWH sálva ahora, por favor YHWH haz prosperar ahora (26) Bendito el que viene en nombre de YHWH, nosotros los hemos bendecido (a ustedes) desde la casa de YHWH (27) YHWH es Dios y nos resplandeció, retengan la fiesta con cuerdas hasta los rayos del altar”.
Se concluía este día con el Nisúj máyim ó vertimiento de agua (para lavar el altar de los sacrificios el cual había conocido no menos de 70 durante la festividad y que según la tradición, era uno por cada una de las 70 naciones según Gn. 10).
Es en este momento cuando nos dice el evangelio que… (Jn7:37-39)
37 En Shminí ‘atzéret – Hosha’na’ rabá’, (el último y gran día de Sukot, “la fiesta”), Yehoshua’ se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Dios había prometido derramar de su espíritu sobre toda carne, (Joel 3:1)
וְהָיָה אַחֲרֵי-כֵן אֶשְׁפּוֹךְ אֶת-רוּחִי עַל-כָּל-בָּשָׂר
“Y ocurrirá después de eso, que derramaré mi espíritu sobre toda carne…”
También había ordenado limpiar el altar después de los sacrificios de los hijos de Yisra’el. (Lv 16:18)
יח וְיָצָא אֶל-הַמִּזְבֵּחַ אֲשֶׁר לִפְנֵי-יְהוָה וְכִפֶּר עָלָיו וְלָקַח מִדַּם הַפָּר וּמִדַּם הַשָּׂעִיר וְנָתַן עַל-קַרְנוֹת הַמִּזְבֵּחַ סָבִיב. יט וְהִזָּה עָלָיו מִן-הַדָּם בְּאֶצְבָּעוֹ שֶׁבַע פְּעָמִים וְטִהֲרוֹ וְקִדְּשׁוֹ מִטֻּמְאֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל.
(18) “Y saldrá al altar que está delante deYHWH y expiará sobre ely tomará de la sangre del becerro y de la sangre del cabro y pondrá sobre los rayos del altar alrededor (19) y asperjará sobre él de la sangre con su dedo siete veces y los purificará y lo santificará de las impurezas de los hijos de Yisra’el”
Tenemos pues una sencilla pero significativa comparación en la que nos vemos como altares vivientes para Dios.
Finalmente, la festividad en este último día, incluía la finalización del estudio (lectura) anual del pentateuco y por ello, recibía el nombre de Simját Toráh o alegría de la Toráh (ley).
En este ambiente, se recitaban cánticos de regocijo y se exclamaba:
“Me gozaré y me alegraré en Simját Toráh. Ciertamente el Renuevo (= El Mesías) vendrá en Simját Toráh; La toráh es árbol de Vida (=El Mesías) para todos es vida abundante porque contigo está la fuente de la vida; ‘Avraham se gozó en Simját Toráh…” Nuestro Maestro, en este ambiente dice (Jn 8:56-58):
56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. 57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a ‘Avraham? 58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. (“pues yo soy la Toráh viviente”).
¡Sea bendito el nombre de Nuestro señor Jesucristo en la boca de todo su pueblo! ‘amén Haleluyáh!
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