Hermenéutica Bíblica
Hermenéutica es una palabra de origen griego (de ερμενέυειν, Hermenévin), que significa traducción interpretación, de ahí que sea por tradición el término que engloba las leyes ó conjunto de normas de lectura y comprensión de textos. Para tal efecto a lo largo de la historia, se han desarrollado caminos ó medidas/atributos de aceptación universal. Los dos métodos más conocidos y aplicados alrededor del mundo, son:
1) Método Gramático-Histórico
2) Método Alegórico
El primero se lleva a cabo por medio del análisis de la estructura de la lengua en la que fue escrito o compuesto el texto, como ser el período al que ésta corresponde; la semántica, el estilo, y la sintaxis utilizados &c. También se tiene en cuenta el trasfondo histórico, el contexto del autor las posibles causas de esa producción y la evidencia externa si la hay; (Traducciones, textos paralelos, citas, alusiones entre otros). Esto, suele recibir el nombre de lectura textual y lectura meta-textual.
Por su parte, el método o el modo alegórico, es la aplicación libre de metáforas símiles y otras figuras de comparación usadas en los idiomas a cada elemento de un tema dentro de lo razonablemente posible, con grande influencia de lo subjetivo para obtener un desarrollo aplicativo tipo moraleja ó enseñanza a partir de cada uno de ellos.
A la hora de buscar objetividad y firmeza para la explicación buscada ó formulada, el método que ofrece mayores garantías es el Gramático-histórico por su universalidad y fundamentación; en consecuencia podemos decir que éste antecede a la alegorización, la cual viene a limitarse al campo de la didáctica solamente, no al de la academia formal; de hecho casi siempre que se habla de hermenéutica se asocia de inmediato con este método consultivo-investigativo.
Herramientas
Para llevar a cabo una adecuada interpretación de lo que dice realmente un texto determinado (de ahora en adelante nos referiremos sólo a los bíblicos), en términos razonables, es necesario, en orden ideal:
Conocer la lengua original del texto.
Conocer suficientemente la cultura y la historia que envolvió al texto.
Conocer las traducciones antiguas del texto (Para el caso la Aramea , la Griega árabe.)
Conocer la lengua objetivo o de llegada. (Para el caso, el español).
Conocer o manejar operaciones básicas de matemáticas.
Cuando no se dispone de estos elementos entonces también se debe tener acceso a:
Texto oficial fuente (BHS, NTG).
Texto interlineal de la Biblia.
Diccionario (Teológico, de Palabras, Analítico etc.)
Concordancias-Léxicos
Comentarios-curso de guía Hermenéutica.
Idiomas:
Los idiomas en los que se escribieron los textos bíblicos, son hebreo, arameo y griego.
El hebreo cubre alrededor del 90% del Antiguo testamento. El arameo se destaca en dos palabras en Génesis., un verso en Jeremías, varios versos en Nehemias-Esdras y capítulos enteros en Daniel, notándose la influencia de la cautividad en Babilonia en éstos últimos casos de mayor volumen[1]
El hebreo y el arameo son lenguas semíticas, se distinguen en ellas los siguientes rasgos comunes a ambas:
1) Alfabeto con caracteres especiales (22 básicos) llamado “escritura asiria” de aspecto “cuadroide” y se escribe de derecha a izquierda.
2) Sistema de derivación por adición de letras a partir de raíces consonánticas que aportan el sentido básico o desarrollable.
3) Marcada distinción entre los géneros femenino y masculino de tal modo que casi son dos sub-lenguas . No existe el neutro
4) Ausencia técnica del tiempo. Se habla en términos “estativos” o “procesivos”
5) Preferencia por la oración subordinada en conjunciones y la voz activa.
6) Ambivalencia de cierta cantidad de palabras o de raíces incluyendo a veces la misma oposición de sentido.
7) No usan signos de puntuación.
El griego es una lengua completamente diferente por definición:
1) Es de origen Indo-europeo; por ello,
2) Es declinada, lo cual implica variaciones en las palabras según su objetivo o función.
3) Se escribe de Izquierda a derecha con su propio alfabeto y variaciones fonéticas.
4) Posee tres géneros: Masculino, Femenino y neutro con coordinación de estos en las palabras de la oración.
5) Maneja un sistema de tiempos más desarrollado o especificado.
6) Suele preferir la voz pasiva (El sujeto recibe la acción)
7) Permite la creación de nuevas palabras por métodos de acumulación y sintetización.
Culturas:
La cultura hebrea se desarrolla en torno a la autoridad de la Toráh y la guía correccional-monitora de los profetas desde el tercer milenio antes de la primera venida del Mesías (De ahora en adelante APVM= a.C.) hasta nuestros días. De ahí que cada persona en Yisra’el, fuese considerada “un rollo viviente de Toráh”. La exigencia de ser llamado pueblo modelo ó en alistamiento, le configura desde entonces, como una sociedad completamente particular y ejemplar a nivel de civilización.
Por su parte, el pueblo griego se constituye como nación distintiva sólo a partir del siglo sexto APVM. La cultura helénica fue pues, de origen diverso sin religión como tal; de hecho lo que más se asemejaba a “ritual/espiritual” en sus orígenes, eran las disciplinas artístico-deportivas. Sin embargo un elemento de este período, que mas tarde se desarrollaría en lo que fuera su sistema mitológico-cúltico fue la literatura y la poesía. En Grecia se dio primero una edad dorada cientifista -técnicamente atea-, época de descubrimientos e invenciones (cuyo remanente decolorado fueron los Epicúreos mucho tiempo después) y posteriormente una edad dorada espiritualista, época de filosofías y huecas sutilezas (cuyo remanente fueron los Estoicos). Finalmente cabe decir que el modus vivendis del griego antiguo desapareció y hoy este pueblo/etnia, se constituye en una sociedad moderna occidental más.
TRADUCCIONES:
Cuando hablamos de traducciones, tenemos que hacerlo en dos sentidos: Uno, en cuanto a los testigos históricos de los textos bíblicos, y otro en cuando a los tipos ó estilos de trabajo utilizado para poner en otro idioma estos textos, trabajo que encontramos hoy día de manera proliferante. Pues bien, procediendo en ese orden, tenemos que existen -además de cierta literatura llama apócrifa y pseudoepígrafa-, una serie de traducciones y versiones antiguas al arameo y al griego (principalmente), que hoy sirven de monitores o veedores a las fuentes bíblicas de que se dispone, dada la carencia de los textos originales como tal, del puño y letra de los redactores. Cabe aclarar que cuando decimos “versión”, lo hacemos con el propósito de diferenciar este material de lo que hoy conocemos como traducción, dado que en muchos casos, se desarrolló más bien como interpretación y no un mero trabajo de equivalencias idiomáticas. Por su parte los estilos de traducción son trabajos llevados a cabo para satisfacer o captar los diferentes grados de comprensión del público demandante sean niños, adultos, escolares y no escolares. Para saber cuál se debe escoger a la hora de estudiar (a propósito aplicar hermenéutica) ó de predicar y cómo manejarlos, es necesario identificarlos plenamente. Los testigos-versiones y traducciones en su orden de importancia y de área son:
1) La versión aramea del Pentateuco, conocida como Tárgum de ‘Onqlós (Onkelos, Okl.).
2) La versión aramea del Pentateuco conocida como Tárgum pseudo-Yonatán
3) La versión aramea de los profetas y escritos conocida como Tárgum de Yonatán
4) La traducción completa en griego, de los textos corrientes en el siglo tercero APVM conocida como Septuaginta (LXX).
5) La edición de Jacob Ben Jayim (Bombergiana)
6) La versión árabe (Sahídica, de Sahíd, testigo).
Ahora en cuanto a tipos ó estilos de traducción, las hay:
1) Traducción literal (Interlineales, en español: Ricardo Cerni, Francisco La cueva A.T. y N.T. respectivamente)
2) Traducción Textual (Biblia de Estudio Siglo XXI)
3) Traducción Dinámica (Biblia Dios habla Hoy)
4) Traducción Literaria (Nácar-Colunga, Reina-Varela 1960).
Una traducción se llama literal, cuando procura en lo máximo posible transmitir las palabras en su orden o sintaxis original sin importar lo tosco que parezca en la lengua de llegada. Así, tampoco, maquilla las formas “duras” ó difíciles del texto, ni pretende colocar lo que al traductor le parezca que es lo más apropiado. No rellena los faltantes en la lengua original ni acerca modismos. Digamos pues, que este tipo de traducción le permite ver a color las imágenes y se dirige a un público que conoce en alguna medida la lengua en cuestión; digamos que sabe o pronunciarla o leerla.
Por su parte una traducción textual se caracteriza porque en ella ya interviene la organización de las palabras según la lengua de llegada, no según la original. En estas traducciones, se presentan ligeras inserciones de palabras que permiten una inteligencia razonablemente mejor de los textos (en comparación con la literal), y ha conservado en buena medida la objetividad. Se dirige a estudiosos que aún no conocen las lenguas bíblicas, siendo así la de mayor difusión.
Las traducciones Dinámicas, son las que encontramos hoy con un lenguaje muy similar al coloquial, al del uso diario e inclusive infantil y que se dirige a un público con grados de comprensión en desarrollo. Ya las palabras originales se han ido y queda plasmada la impresión que tiene el traductor de lo que allí s dice o por lo menos como cree que se entiende mejor.
Finalmente, una traducción literaria es aquella que se concentra en transmitir las mismas sensaciones o emociones percibidas o captadas del texto y reproducidas estilística y apropiadamente en la lengua de llegada, suele utilizar palabras refinadas y hasta rebuscadas, sin importar la gran variación en las palabras si se le compara con una literal. Para resumir este punto, veamos un ejemplo:
Sal.1:1 אשרי האיש אשר לא הלך בעצת רשעים
Literal:
Feliz del hombre que no procedió con consejo-de convictos
Textual:
Feliz (es) la persona que no anduvo en consejo de malvados
Dinámica:
Dichoso aquel que no anda conforme a lo que aconsejan los malos
Literaria:
Bienaventurado es quien no suele actuar según los designios de los malévolos.
Con este ejemplo espero haber ilustrado las variaciones y los estilos utilizados por los traductores hoy día. Es cierto de que todas atinan a decir lo mismo y por eso hoy la atención se está dirigiendo más a la crítica textual en las lenguas originales. Es por eso que cada vez con más frecuencia, las ediciones de la Biblia traen pie de páginas donde se explica o aclara el sentido allí plasmado ó las dificultades que presenta el texto, así como en otros casos, aportes lingüísticos o históricos. Sin embargo a la hora de estudiar se recomienda una traducción literal ó una textual y luego, conociendo el tipo de público al que sus interlocutores pertenecen, podrá elegir entre una dinámica ó una literaria.
Cálculo matemático:
Es un sano requisito que no necesita ser de alto nivel para los efectos que requiere la escritura. En realidad lo vamos a necesitar para conteo (sumar, restar, multiplicar y dividir), convertir unidades de medida (de masa, volumen, distancia, tiempo etc.). Son en fin algoritmos básicos pero muy bien asimilados que nos permitirán mostrar un mayor dominio o conocimiento de lo que se está narrando y captar las escenas y las palabras como si estuviésemos haciendo parte de los escuchas.
Por ejemplo, cuando Jesús nuestro Maestro enseñó la parábola de los talentos (La moneda de mayor circulación en Yisra’el para esa época), al oírla, todos estarían asombrados de la cantidad que el amo le dio a cada uno de sus siervos, dado que haciendo cuentas, un talento eran 6.000 denarios. Si un denario era el salario mínimo diario de un jornalero o un siervo en ese entonces, dicha cantidad representaba, 6000 días de trabajo, unos 16,43 años; ¡y que tal el que recibió 5! =30.000 denarios, nada menos que 82,19 años laborales, toda una vida, y sin embargo Él llama a esto “poco” como en un sentido irónico ó hiperbólico.
Ahora, si se quiere ser más ilustrativo o contextual, convierta estas cifras en pesos colombianos: Un salario mínimo irregular diario, estimado en $15000 multiplicado por 6000, nos da la cifra de $90’000.000. Ahora esta cifra multiplicada por 5, nos da $450’000.000. Claro ejemplo ¿no?
Diccionarios, concordancias y léxicos.
Son herramientas que nos van a facilitar información y muy importante, nos van a conceder tiempo. Pero no se debe abusar. Muchas veces estos materiales vienen dirigidos o atienden a alguna corriente doctrinal en particular y tienden a disminuir la objetividad. Por eso es muy importante mantener una excelente disciplina de oración y de práctica de la voluntad de Dios, agradable y perfecta. En cuanto a diccionarios y léxicos, los hay “Teológicos” (esto es, que exponen enfoques escatológicos o desarrollos aplicados) y otros “analíticos” de un corte mayormente gramatical ó lingüístico; es posible inclusive encontrar meros vocabularios de las lenguas bíblicas. Las concordancias las hay por temas, por libros, con las palabras originales, etc.
Principios hermenéuticos:
1) El texto en su contexto
2) La no contradicción: El texto en la escritura.
3) La equivalencia
4) La conclusión unilateral (Regir muchos textos por lo que dice uno solo).
5) La complementariedad (aplicar a una familia de textos algo que dicen dos pasajes)
6) Inducción-deducción (Se detalla o se generaliza a continuación)
7) La analogía
8) Argumentación por contexto (histórico)
9) Paralelismos (sintéticos, antitéticos)
10) Perífrasis
11) Paráfrasis
12) Metáforas, símiles y sinécdoques.
1) El texto en su contexto: Para poder decidir el sentido básico de un texto, sea un verso ó un capítulo, es fundamental conocer de qué se viene hablando, cuál es el punto principal y cómo se concluye. Así mismo, es necesario conocer el “contexto vital” (Sitz im Leben) ó la actualidad de ese entonces: Costumbres, pensamiento, estilo de vida &c. Copada esta primera parte, se ha demostrado su consistencia inmediata.
2) La no contradicción o inerrancia: Dado ante todo el carácter divino de la escritura, es fundamental reconocer que no existe contradicción patente en su contenido. Sólo puntos dificultosos ó aparentemente contradictorios pero nada evidente. Se ha podido demostrar la veracidad de la palabra de Dios aún cuando el texto hebreo ó el griego mantienen una dificultad indudable, con la ayuda de los testigos anteriormente mencionados. Ejemplo típico es la notoria contradicción aparente que existe entre las genealogías de Jesús según Mateo, según Lucas y los libros de Crónicas ó reyes, aún en sus textos “originales”. En Mateo faltan 4 nombres, en Lucas sobran más de veinte sin contar la disimilaridad entre los restantes &c. y sin embargo el caso se soluciona con los monitores externos: (Papiros Códices etc.)
3) La equivalencia: Usada por el mismo Dios, la equivalencia permite establecer relaciones entre dos pasajes aún de libros y géneros distintos a manera de desarrollo o proyección. Ejemplo de esto, son “Las siete plagas postreras” de Apocalipsis 15, con las siete plagas postreras del libro de Éxodo. La salida de Yisra’el de Egipto con la salida del mundo del pecado, cuarenta días por cuarenta años setenta días por setenta años &c. Para poner en práctica esto, se necesita pericia para identificar los puntos de contactos ó “tipos” sin que se llegue a alegorizar propiamente el pasaje.
4) La conclusión unilateral: Se deriva del principio 2. En este caso, una gran cantidad de textos han de entenderse o tratarse a partir de lo que uno solo afirme, dependiendo de la autoridad del que se haya pronunciado sin importar el lugar donde se encuentre, sea AT o NT. En ese sentido, muchos pasajes del AT., han de entenderse a partir de lo que reveló nuestro Señor Yehoshua’ Hamashíaj.
5) Complementariedad: Es una aplicación del principio anterior sólo que para este caso, los textos se regirán por lo que dos pasajes concuerden en enseñar en virtud de su mayor peso.
6) Inducción-Deducción: Consiste en captar el tema o idea principal del texto y a continuación, los sinónimos o reexpresiones de la misma que van complementando ó aclarando el sentido y su aplicación, ó viceversa, saber coludir (confluir) muchas imágenes en una sola idea fundamental.
7) La analogía: Es una de las leyes más utilizadas aún en la vida cotidiana. Se trata de saber aplicar principios claros en versos sencillos -traspolándolos- a planos más complejos siempre y cuando se den las condiciones razonables tales como las evaluadas arriba.
8) Argumentación por contexto (histórico): Derivado del principio número 1, en esta parte se profundiza un poco más y se sostiene o refuerza el punto de vista adoptado, con base en información adicional y extra-textual mayormente histórica ó lingüística. Por ejemplo, en la parábola del sembrador, justamente, este sembrador, no corresponde a alguien que cava y mete una semilla ó un árbol. En realidad, se trata de un diseminado, esto es, un esparcidor de semillas.
9) Paralelismos (sintéticos, antitéticos): Se familiariza con el principio número seis pero se destaca por la estructura: Lo afirmado de primero, puede desarrollarse a continuación ó justamente contraponerse a lo segundo.
10) Perífrasis: Se trata de rodear la expresión de manera que sea más explicativa;
Suele utilizar las conjunciones conjuntivas: y, es decir, también, así mismo etc.
11) Paráfrasis: Es la cita de un pasaje ya existente de manera libre con cierto
Tratamiento conveniente
12) Metáforas, símiles parábolas y sinécdoques: Son figuras literarias ò retóricas de comparación que se utilizan para ilustrar narraciones o ideas más complejas en términos sencillos.
13) Alegoría: Es uno de los modos más conocidos en ciertas esferas y resulta bastante creativo y subjetivo, de libre composición y aplicación.
Tecnicismos:
Son palabras acuñadas ó prestadas (ó inclusive, dejadas por criterio de estilo) de otros idiomas principalmente del latín, del griego, del alemán y del inglés y que encontramos en mucha de la literatura de alto nivel. Son entre otras las más comunes:
Ipsissima vox (Lat.) “Voz propia, (dicción) característica de...”
Ipsissima verba (Lat.) “Vocablo propio de...”
Usus locquendis (Lat.) “Uso posterior o corriente”
Status quo (Lat.) “El estado actual o mencionado”
Sitz im leben (Al.) “Contexto vital, contemporáneo” “génesis”.
Vorlage (Al.) “Modelo, paradigma”
Lógia (Gr) “Expresiones, palabras, relatorías”
Life style (Ing.) “Estilo de Vida”.
Con esto, tenemos un panorama aéreo de los principales rudimentos de Hermenéutica ejercida de con conocimiento de causa.
Shalom!
[1] Aún varios (J.Jeremías, C.H. Dodd Bileberck), han llegado a aceptar que el nuevo Testamento fue escrito originalmente en una forma dialéctica del arameo (galilaico) del siglo primero y posteriormente traducido al griego. Otros se mantienen en la defensa del griego como lengua preferida para la redacción, pero el estado de cosas sigue revuelto cuando se destaca la posibilidad del Judaico como lengua del pueblo inculto que no fue a la cautividad.
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